Ojos normales o almendrados
Se trata del tipo de ojos más común. Tal como su nombre apunta, tienen una forma similar a una almendra. La mayoría de la población tiene ojos almendrados, con los bordes externos inclinados hacia arriba.
Este tipo
de ojos suelen ser simétricos, con lo cual es más sencillo lograr
que las cejas acentúen más su forma de almendra.
Para
saber si tus ojos son almendrados, debes observar tu párpado manteniendo los
ojos abiertos, si logras verlo fácilmente, quiere decir que tienes ojos
almendrados.
Ojos hundidos
Generalmente, en este
tipo de ojos, la piel del párpado se percibe más prominente en el borde
exterior. También se nota una especie de “hueco” debajo del hueso de las cejas.
Lo más importante en este tipo de ojos es aportar
mucho brillo a través del maquillaje, haciendo que los ojos destaquen.
Optar por tonos claros es una buena decisión.
Ojos saltones o prominentes
Se trata de ojos prominentes y elevados, con respecto
al nivel del rostro. Son fáciles de reconocer. En los ojos saltones el globo
ocular se percibe de forma más prominente, su tamaño también es mayor.
Este tipo de ojos destaca aunque no se utilice
maquillaje.
Ojos caídos
Es posible que te
hayas sentido identificado con la forma de los ojos almendrados, pero has
observado que los tuyos en lugar de inclinarse hacia arriba en sus bordes
exteriores, se inclinan hacia abajo. En este caso tus ojos son lo que se
denomina ojos caídos.
Lo habitual para este tipo de ojos, a la hora de
maquillarlos, es tratar de levantar la mirada. Para conseguir ese efecto debes
utilizar un buen eyeliner y sombras degradadas.
Ojos pequeños
Se trata de ojos con un tamaño reducido o
pequeño en comparación con el resto de rasgos faciales..
La
tendencia en este tipo de ojos, a la hora de maquillarlos, es intentar hacerlos
más grandes. Algunos trucos utilizados son usar una sombra de ojos de un tono
claro, cuidar la aplicación del eyeliner y alargar las pestañas todo lo
posible. Dependiendo siempre de tus gustos.
Ojos asiáticos
Se
trata de ojos alargados y más pequeños que los ojos normales. Los pliegues de
los párpados no son visibles, por lo que generalmente hay un espacio mayor
entre el propio ojo y la ceja.
Después de conocer qué tipo de ojos son
los tuyos puedes potenciar sus características, o disimular algunos rasgos, si
así lo deseas, utilizando diferentes estilos de maquillaje. Por ejemplo, los colores intensos y llamativos logran
dar una sensación de alargamiento a los ojos más pequeños.
En los ojos caídos la
mejor opción son las sombras degradadas, para lograr levantar
la mirada. También podrás asesorarte adecuadamente a la hora de elegir gafas,
ya sean correctivas o de sol. Ya que conociendo la forma de tus ojos podrás
lucir un diseño que te favorezca, y esté acorde no sólo a la forma de tu cara,
sino también de tus ojos.
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